SALUD EN ACCIÓN


Hacia una política de salud y migración con enfoque de derechos humanos
La migración en México ha evolucionado de manera significativa en los últimos años. Históricamente, el país se ha caracterizado por ser un punto de origen de migrantes hacia Estados Unidos; sin embargo, en la actualidad también es un territorio de tránsito, destino y retorno. Entre 2000 y 2022, la población inmigrante en México aumentó en un 123%, reflejando el creciente papel del país como receptor de personas en movilidad. Este cambio plantea retos urgentes en materia de salud pública, ya que la política de salud y migración debe garantizar el derecho a la salud de todas las personas en movilidad, sin importar su estatus migratorio.
El desafío es aún mayor si consideramos el aumento del 77% en los eventos de personas en situación migratoria irregular en 2023, alcanzando 782,176 casos. A esto se suma el elevado número de personas que atraviesan el Tapón del Darién en el sur de Panamá rumbo a México, que en 2023 registró 520,085 migrantes en tránsito, un incremento del 109% respecto a 2022.

A pesar de estos cambios en los flujos migratorios, persisten barreras en el acceso a la salud para esta población. Datos de Banerjee et al. (2021) muestran que un 43% de personas migrantes reportó haber tenido una necesidad de salud en los últimos tres meses, en comparación con el 21.9% de la población general en México. Sin embargo, las personas migrantes fueron menos propensas a buscar atención médica (58.9% vs. 81.8%), a recibir atención cuando la solicitaron (86.9% vs. 97.7%) y a ser atendidas dentro del sistema público de salud (19.7% vs. 43.3%).
Ante este panorama, el seminario “Hacia una política de migración y salud incluyente y con visión de derechos humanos” reunió a especialistas de distintos sectores para identificar estrategias que fortalezcan la política de salud y migración en México. Como resultado de este ejercicio de diálogo y colaboración, se desarrollaron siete recomendaciones clave para mejorar la inclusión, equidad y eficacia de las políticas en este ámbito.
Siete recomendaciones para una política de salud y migración integral
- Considerar los diferentes contextos de movilidad en la planeación, diseño e implementación de la política.- La movilidad humana no es homogénea; hay quienes están de paso, quienes buscan refugio y quienes se establecen de manera definitiva. Una política de salud efectiva debe responder a estas diversas realidades con estrategias diferenciadas. Además, es fundamental incluir un diagnóstico participativo de las necesidades en salud de estos distintos grupos, considerando las barreras que enfrentan en el acceso a servicios, los recursos con los que cuentan y el impacto de las políticas existentes en su bienestar. Es necesario también fortalecer la difusión de información sobre sus derechos y servicios disponibles.
- Desarrollar una política multisectorial basada en la inclusión y los derechos humanos.- La salud de las personas migrantes está influida por múltiples factores sociales, como el acceso al empleo, la educación y la seguridad. Es fundamental articular esfuerzos entre sectores para garantizar su bienestar integral. Una estrategia clave es la institucionalización de mesas de coordinación multisectorial en los niveles federal, estatal y local, asegurando la participación de actores clave de la sociedad civil, academia, sector empresarial y las propias personas migrantes, con objetivos claros y compromisos definidos.
- Subsanar la brecha entre la política diseñada y su implementación real.- A pesar de que el marco legal reconoce el derecho a la salud de las personas migrantes, en la práctica existen barreras administrativas que limitan su acceso a los servicios de salud. Es necesario revisar y armonizar las normativas para eliminar estos obstáculos. Se sugiere la incorporación de incentivos para el cumplimiento de las políticas de inclusión, tales como financiamiento específico, reconocimiento a instituciones que promuevan el acceso equitativo a la salud y la capacitación de personal de salud en procedimientos para la atención de migrantes.
- Mejorar la gobernanza en la política de salud y migración.- La participación de actores locales, organizaciones civiles y personas migrantes en el diseño y evaluación de la política pública es esencial para garantizar su eficacia y pertinencia. Se propone la creación de mecanismos permanentes de diálogo y participación ciudadana, con marcos regulatorios que aseguren su continuidad y eviten interferencias externas que desvirtúen su objetivo.
- Fortalecer los sistemas de información para monitorear la equidad en salud.- Sin datos precisos sobre la salud de las personas en movilidad, es imposible diseñar estrategias efectivas. Se recomienda incluir variables clave en los sistemas de información en salud para hacer visibles las necesidades de esta población. Además, se sugiere la creación de observatorios ciudadanos sobre salud y migración, o la integración de indicadores específicos en encuestas nacionales, para monitorear el impacto de las políticas implementadas.
- Reconocer y atender los aspectos globales de la gobernanza migratoria y su impacto en la salud.- Las políticas migratorias de otros países afectan directamente a las personas migrantes en México. Es fundamental fortalecer la cooperación internacional para proteger su salud y bienestar. Entre las acciones recomendadas está el fortalecimiento de la diplomacia en salud global, el desarrollo de acuerdos de atención binacionales y la expansión de programas como las Ventanillas de Salud en consulados mexicanos.
- Fortalecer las capacidades locales para garantizar el derecho a la salud de las personas migrantes.- La capacitación del personal de salud es clave para eliminar barreras de acceso. Es necesario promover la sensibilización sobre el contexto migratorio y la atención intercultural en todos los niveles del sistema de salud. Esto incluye la formación en temas de justicia lingüística, atención a poblaciones vulnerables, y estrategias para una atención integral y digna.

Salud incluyente y equitativa
Implementar estas recomendaciones no solo beneficiaría a las personas en movilidad, sino que también fortalecería el sistema de salud pública en su conjunto. Una política de salud incluyente, con enfoque de derechos humanos y basada en la colaboración multisectorial, es clave para garantizar el acceso equitativo a la salud en un contexto migratorio cada vez más complejo.
La construcción de una política efectiva en salud y migración requiere de compromiso político, participación social y estrategias basadas en evidencia. Solo así podremos avanzar hacia un modelo de atención que reconozca y respete la dignidad de todas las personas, independientemente de su lugar de origen o condición migratoria.

Recursos relacionados
Radio ESPM · T4 - Programa 12 · Salud y migración: un derecho sin fronteras
https://www.facebook.com/espm.insp/videos/1701547864079865/
Referencias
- Banerjee, A., Rodríguez-Chavez, C., Sepúlveda, J. M., Strathdee, S., & Bojorquez, I. (2021). Inequalities in access to health care: an exploration of the cascade of care for in-transit migrants and asylum seekers, and the general population in Mexico. medRxiv. https://doi.org/10.1101/2025.01.09.25320284
- Bojórquez, I., Cerecero-García, D., Orraca-Romano, P., Fernández-Niño, J., Rojas-Botero, M., & Infante, C. (2024). Atención en salud a migrantes en tránsito: estimación del costo para el sistema de salud en México. Salud Pública de México, 66(6), 816-823.
- Organización Internacional para las Migraciones (OIM). (2023). Boletín anual 2023: Estadísticas migratorias para México. Recuperado de https://mexico.iom.int/sites/g/files/tmzbdl1686/files/documents/2024-03/estadisticas-migratorias-2023.pdf
- Zedryk, R. (2025). Radiografía de los mexicanos deportados de Estados Unidos: 4,4 millones en 15 años, de la mano dura de Obama a la xenofobia de Trump. El País. Recuperado el 24 de enero de 2025 de https://elpais.com/mexico/2025-01-24/radiografia-de-los-mexicanos-deportados-de-estados-unidos-44-millones-en-15-anos-de-la-mano-dura-de-obama-a-la-xenofobia-de-trump.html