NUTRICIÓN BASADA EN EVIDENCIA


¿Cómo promover una alimentación saludable en las infancias?
Por: MSP. Nabetse Baruc Blas Miranda, MSP. Edna Xiomara Arriaga Ayala
- Instituto Nacional de Salud Pública de México (INSP)
- Escuela de Salud Pública de México (ESPM)
Para mamás y papás, una de las principales preocupaciones es asegurar que sus hijos/as se alimenten de manera saludable para garantizar su bienestar y un desarrollo adecuado en todas las etapas de la vida. Sin embargo, en la búsqueda de consejos sobre una alimentación óptima, es común encontrar información que puede resultar confusa o poco confiable.
Por ello, en este artículo nos enfocaremos en proporcionar información breve, clara y segura para ayudar a padres, madres y personas responsables de niñas o niños a procurar en ellos/as la adopción de hábitos alimenticios saludables.
Esperamos que este artículo brinde a las familias y a personas responsables de infantes, herramientas prácticas para fomentar una alimentación saludable, sentando así las bases para un futuro lleno de bienestar y vitalidad.
La importancia de una alimentación adecuada en la infancia no puede subestimarse
La infancia es una etapa crucial pare el desarrollo del ser humano, en ella se establecen patrones alimenticios que pueden tener un impacto significativo en la salud a largo plazo. Por lo tanto, es esencial que niñas y niños reciban los nutrientes necesarios para un crecimiento óptimo y que su dieta promueva un buen estado de salud en todos los aspectos –desde físicos hasta emocionales y mentales–.
A continuación, te detallamos algunos de los beneficios que una alimentación adecuada proporciona durante la infancia:
- Mayor energía para actividades cotidianas: La alimentación desempeña un papel crucial en el suministro de energía necesario para que niñas y niños realicen sus actividades diarias. Es fundamental combinar diferentes grupos de alimentos para garantizar un equilibrio adecuado de nutrientes, incluyendo carbohidratos, lípidos, proteínas, vitaminas y minerales. Consumidos en cantidades necesarias según la edad, estos nutrientes proveen la energía necesaria a lo largo del día.
- Mejor rendimiento escolar: Dado que la glucosa es el combustible principal del cerebro y se obtiene a través de los alimentos, es vital consumir cantidades adecuadas para mantener niveles óptimos de energía. Esto se traduce en un mejor desempeño académico, una mayor capacidad de resolución de problemas y una atención mejorada durante las clases.
- Óptimo rendimiento en actividades físicas: Durante la etapa escolar, es común que los niños y niñas participen en actividades físicas como juegos que implican saltar, correr o brincar. Para llevar a cabo estas actividades de manera óptima, es esencial contar con la energía necesaria, lo cual se logra mediante un consumo adecuado de alimentos en cantidad y calidad.
- Fortalecimiento de los huesos: La vitamina D y el calcio son nutrientes esenciales para mantener una buena salud ósea. Su deficiencia puede resultar en huesos débiles y frágiles, aumentando el riesgo de fracturas. Una ingesta adecuada de vitamina D y calcio se puede lograr mediante el consumo equilibrado de lácteos, frutos secos, pescados y hojas verdes.
- Fortalecimiento del sistema inmune: La alimentación variada y equilibrada, es decir, aquella que incluya a los diferentes grupos de alimentos, proporciona los nutrientes necesarios para mantener un sistema inmunológico saludable, capaz de defenderse eficazmente contra enfermedades.
¿Retos o dificultades a la hora de comer? ¡Véncelos!
Durante la infancia, es común enfrentarse a diversos retos o dificultades en relación con la alimentación, los cuales pueden influir en el estado nutricional de niñas y niños. Entre estos desafíos se encuentran el rechazo hacia ciertos alimentos debido a su sabor o textura, especialmente las verduras; la preferencia por productos ultraprocesados, que contienen excesivas cantidades de azúcares y grasas saturadas; el bajo consumo de agua natural y la preferencia por bebidas azucaradas; así como la falta de consumo de fibra.
Estas prácticas a largo plazo pueden tener un impacto negativo en la salud, afectando principalmente el crecimiento y desarrollo adecuados, causando deficiencias vitamínicas y aumentando el riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles. Por lo tanto, es crucial modificar estas prácticas lo antes posible.
Entonces, ¿qué podemos hacer desde casa para promover una alimentación saludable en los niños?
El primer paso es “predicar con el ejemplo”. Si en el hogar no se consumen frutas, verduras o legumbres, será más difícil que las niñas y los niños los incluyan en su dieta. Es importante que padres, madres y personas a cargo de niñas y niños también incorporen estos alimentos en su alimentación diaria para fomentar hábitos saludables en todas las edades.
Si te resulta difícil consumir verduras o no sabes cómo incorporarlas en tu dieta, existen estrategias para aumentar su consumo. Aquí te dejamos el enlace a una nota, publicada en Revista ESPM, que te ayudará a conocer algunos tips sobre “El arte de integrar las verduras en tu dieta”.
Evita en la medida de lo posible los productos ultraprocesados, ya que su alto contenido en azúcar, grasas saturadas y sodio puede ser perjudicial para la salud. Es fundamental explicar a las niñas y los niños porqué es preferible evitar estos productos y reservarlos para ocasiones especiales, priorizando el consumo de alimentos más saludables.
Utiliza los sellos de advertencia en los productos como una guía para elegir opciones más saludables. Entre menos sellos contenga un producto, mejor será su calidad nutricional.
Fomenta una relación positiva con la comida, evitando distracciones durante las comidas, no obligando a las niñas y los niños a comer cuando ya están satisfechos, y no utilizando los dulces para darlos como premio o para restringirlos como castigo. Mamá y papá, y en general las personas adultas, juegan un papel fundamental en el desarrollo de una relación saludable con la comida desde una edad temprana.
Experimenta con diferentes preparaciones, esto ayudará a niñas y niños a superar sus aversiones hacia ciertos alimentos. Si un alimento es rechazado en una presentación, sigue ofreciéndolo en otras formas, posiblemente con el tiempo se obtenga un resultado favorable.
A manera de conclusión, queremos recalcar que la alimentación durante la infancia es un factor crucial que influye en el desarrollo y bienestar de niñas y niños. A través de la adopción de hábitos alimenticios saludables desde temprana edad y el establecimiento de un ambiente positivo en torno a la comida, mamá y papá pueden contribuir significativamente al crecimiento físico y mental de sus hijos e hijas. Es importante recordar que pequeños cambios en la dieta y en la relación con la comida pueden tener un impacto duradero en la salud a largo plazo. Al priorizar la variedad de alimentos naturales y limitar el consumo de productos ultraprocesados, se establece un camino hacia un estilo de vida más saludable y equilibrado. Así pues, alentamos a todas las familias a implementar estos consejos en su día a día, recordando siempre la importancia de buscar orientación profesional cuando sea necesario para garantizar el bienestar integral de la población infantil.