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Convenios académicos: oportunidades institucionales de colaboración
Por: Dra. Leith León Maldonado
Investigadora y docente, Centro de Investigación en Salud Poblacional, INSP
Históricamente la colaboración ha sido un atributo y una fortaleza institucional. Un modelo colaborativo y cooperativo tiene ventajas bien conocidas —tanto para la enseñanza como para la investigación–. Estas relaciones de colaboración y cooperación pueden tomar forma en un convenio, instrumento a través del cual se formalizan los acuerdos entre las partes interesadas.
En el campo de la salud pública los convenios de colaboración —entre instituciones académicas o de investigación—se traducen en oportunidades. Los acuerdos entre instituciones son una coyuntura para transferir e intercambiar conocimiento, acercar el talento, sembrar la investigación, maximizar la innovación, fomentar la vinculación o alentar y fortalecer los proyectos conjuntos. Como herramienta, la colaboración permite a los grupos de trabajo economizar tiempo y recursos, entre otros tantos beneficios.
Colaboración: beneficios en múltiples niveles
Una experiencia de vinculación académica o de investigación comprende distintos niveles.
- En la esfera individual —por ejemplo— abona al crecimiento y al desarrollo académico, amplía la perspectiva, extiende las redes de colaboración, favorece mejores prácticas, destaca el conocimiento, las habilidades y las actitudes.
- En el ámbito institucional la colaboración se refleja en la mejora y el fortalecimiento de los programas académicos; contribuyendo a la formación integral, humanista, ética, con vocación de servicio de las y los estudiantes —alineados con la misión, la visión, el ideario y los valores institucionales–; respondiendo a su vez a las necesidades de la población y a los objetivos nacionales en materia de salud. Por otro lado, se fortifican las capacidades de colaboración y cooperación, así como la movilidad nacional y global.
- A nivel social un acuerdo académico se traduce en propuestas integrales y de calidad, en grupos de trabajo multidisciplinarios de alto nivel y en profesionales de la salud pública de excelencia; con compromiso social, con espíritu de servicio, con capacidad de liderazgo y habilidades para la colaboración y cooperación.
Suma de esfuerzos organizados a favor de la salud pública
En los últimos años la Escuela de Salud Pública de México y el Instituto Nacional de Salud Pública han promovido convenios de colaboración con instituciones nacionales —públicas y privadas— situadas en la Ciudad de México. Ahora bien, favoreciendo la enseñanza y la investigación, se emprendieron acuerdos genéricos que potencialmente permitieran el desarrollo de diversas actividades académicas en el contexto de la salud pública y la medicina preventiva, adicionales a las tesis de grado —por ejemplo—, prácticas profesionales, horas de docencia, proyectos de titulación (PT), prácticas preventivas (rotaciones para el caso de las médicas y los médicos residentes de la Especialidad en Medicina Preventiva), actividades relacionadas con la movilidad estudiantil nacional, sin perder de vista el diagnóstico de salud poblacional, su naturaleza y su utilidad operativa.
A la fecha se han firmado convenios de colaboración con instituciones de gran prestigio y reconocimiento nacional e internacional, de vasta trayectoria, comprometidas con su quehacer; el Hospital Español, el Instituto Nacional de Geriatría (INGER), el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) y el Instituto Nacional de Cancerología (INCAN). Están en progreso los convenios específicos con la Secretaría de Salud y la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (SEDESA), así como los convenios con el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ) y con el Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz” (INPRF).
Cabe resaltar que la participación de las y los estudiantes, en los ámbitos público y privado, ofrece experiencias académicas importantes y útiles para su desempeño en el campo laboral, dado que algunos de ellos podrán incorporarse a instituciones públicas o privadas, resultando valioso facilitar opciones de colaboración en ambos contextos.
Potenciales beneficios para la comunidad institucional a corto y mediano plazo
Se espera que la formalización de colaboración con instituciones ubicadas en la Ciudad de México coadyuve en la formación del estudiantado para completar y complementar sus programas de posgrado, compartir y aplicar sus aprendizajes, descubrir nuevos saberes y perspectivas, así como distintos abordajes que contribuyan a mitigar los problemas de salud pública que aquejan a nuestras poblaciones. Ejemplos concretos: las rotaciones de las y los estudiantes del programa de la Especialidad en Medicina Preventiva en el INCAN, la Secretaría de Salud y SEDESA; la oficialización de la colaboración entre la Escuela de Salud Pública de México y el INGER con beneficios directos para el programa de Maestría en Salud Pública con área de concentración en Envejecimiento; así como el desarrollo de diagnósticos de salud en unidades de salud de primer nivel, jurisdicciones sanitarias, clínicas especializadas y hospitales pertenecientes a la SEDESA.
Para el profesorado los acuerdos de colaboración plantean oportunidades para enriquecer los programas académicos, sus planes de trabajo, así como su actividad docente. De igual manera, el profesorado dispone de una oferta más amplia de instituciones donde las y los estudiantes pueden realizar actividades académicas propias de su formación, por ejemplo: prácticas profesionales, tesis, proyectos de titulación, horas de docencia o estancias.
Es sabido que la colaboración es parte de la formación y del crecimiento de las y los investigadores, los convenios son instrumentos que refrendan los acuerdos entre los involucrados. La colaboración no sólo beneficia de forma particular a la investigadora o el investigador, además, los grupos de investigación se ven enriquecidos al igual que la comunidad académica en su conjunto. Una muestra de las posibilidades concretas de los convenios mencionados son las oportunidades para realizar estancias sabáticas o de investigación.
Reconozcamos las bondades de los convenios de colaboración académica
- Son especialmente provechosos para la comunidad de la Escuela de Salud Pública de México del Instituto Nacional de Salud Pública, mismos que se materializan —en buena medida— con la participación activa del estudiantado, del profesorado y de las y los investigadores.
- Implican la ejecución de acciones estratégicas y de vinculación con potencial para impactar positivamente en los programas de especialidad, maestrías y doctorados, en las sedes Cuernavaca, Tlalpan y Tapachula, independientemente de su modalidad presencial, virtual o ejecutiva.
- Ofrecen oportunidades y beneficios directos para la docencia y la investigación, con lo cual la sociedad en su conjunto también se ve beneficiada al contar con profesionales mejor preparados y con amplia experiencia en su campo de acción.