SABERES COMPARTIDOS
Rol de las mujeres en el cuidado de la alimentación familiar
Por: MSP Edna Xiomara Arriaga Ayala 1
MSP Beatriz Michelle Ramírez Pérez 2
- Escuela de Salud Pública de México
- Instituto Nacional de Salud Pública / Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales
Através del presente artículo buscamos reconocer y valorar el papel que las mujeres tienen en el sistema alimentario. Sin embargo, también analizamos algunas de las barreras que enfrentan al momento de acceder a una alimentación justa, así como el impacto que esto tiene en su estado de nutrición.
Inicialmente, es importante destacar que no todas las mujeres enfrentan las mismas oportunidades y barreras, esto va a depender en gran medida del contexto social en el que se desarrollan, es decir, el lugar donde nacen o crecen, la educación a la que tienen acceso, la atención médica, así como los recursos o servicios disponibles, por mencionar algunos factores.
Durante 2020 en México, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), fueron las habitantes de zonas rurales quienes se encontraron principalmente en situación de pobreza –con un 56%, frente a un 38% de mujeres habitantes de zonas urbanas–. Asimismo, la carencia alimentaria fue otro de los aspectos donde las mujeres rurales tuvieron mayor desventaja, con un 25%, comparado con el 18.8% de las mujeres urbanas.
Centrándonos en el tema de la alimentación y la nutrición, la división del trabajo por razones de género naturaliza el papel de las funciones alimentarias de la mujer, pues son ellas quienes primordialmente asumen actividades como: realizar las compras de los insumos, administrar el gasto del hogar, idear el menú, preparar las comidas, dividir las porciones e incluso en muchos casos suelen ser las encargadas de la producción de los alimentos. Tal es el caso de las mujeres rurales, quienes a través de su trabajo producen más del 50% de los alimentos del mundo. (FAO, 2020)
No obstante, lo anterior resulta en un aspecto contradictorio, ya que la pobreza aunada a la desigualdad pone a las mujeres en mayor riego de vivir con inseguridad alimentaria, consumir dietas poco saludables y presentar malnutrición en todas sus formas –ya sea por exceso o deficiencias–, pues al momento de la ingesta suelen ser las mujeres quienes consumen menores cantidades o de menor calidad nutricional, afectando esto a su estado de nutrición.
¿Por qué se atribuye principalmente a las mujeres encargarse del cuidado de la alimentación familiar?
Hablar del trabajo doméstico y las tareas relacionadas a la alimentación hace que reflexionemos sobre los roles que se han asignado históricamente a las mujeres y la relación que tienen con lo privado o actividades que se hacen dentro del hogar y no reciben una remuneración económica; y lo público, es decir, aquellas actividades que se asocian a lo productivo y por lo tanto generan ganancias. Es así, que se considera que las actividades que realizan las mujeres en el interior del hogar son ideologizadas o categorizadas como tareas que son propias de una mujer por sus instintos o “habilidades para hacerse cargo”.
Lo mencionado anteriormente repercute en que estas tareas sean vistas como una responsabilidad individual, por lo que la participación de otros miembros de la familia en las labores del hogar se hace de manera diferenciada; siendo las mujeres las principales responsables de malabarear todas las tareas que les son asignadas para ser una “buena mujer” y una “buena madre”.
Mujer originaria de Ojo de Agua en la montaña de Guerrero
Fotografía: Mike MacDonald
En el caso de las mujeres habitantes de zonas rurales, destinan en promedio 37 horas semanales a las tareas del hogar no remuneradas, en las que se incluyen la limpieza, el cuidado de las infancias, personas mayores o con alguna discapacidad y, por supuesto, preparación de alimentos para toda la familia –sin considerar que las mujeres participan además en actividades “productivas (trabajo en el campo, recolección de leña, acarrear agua, cuidar a los animales)”–; mientras que los hombres destinan únicamente 8 horas semanales a algunas labores dentro del hogar.
Debemos señalar que hablar de las mujeres y la alimentación no se limita a un único aspecto. En todo el mundo –y, por supuesto, en México– las mujeres forman parte fundamental de estudios y programas en el área de la nutrición y la alimentación. No solo por ellas como merecedoras de derechos y por las múltiples vulnerabilidades nutricionales a las que se enfrentan en las distintas etapas de su vida, sino también por el rol que ejercen en la salud infantil y en los procesos reproductivos como el embarazo y la lactancia. Aunque estos cuidados no se limitan a otras personas, sino que se extienden a la red de la vida, los alimentos, los animales, las semillas y el medio ambiente, siendo más notorias dichas actividades en las mujeres que habitan en las localidades rurales.
Por lo anterior, es totalmente necesario y de gran importancia que desde la salud pública continuemos trabajando por la dignificación y valorización de los procesos como la alimentación y el cuidado que han sido históricamente feminizados y subestimados a pesar de su papel fundamental en el sostenimiento de la vida y la salud. Para lograr avances en pro de la salud, la nutrición y la alimentación, es fundamental continuar visibilizando y nombrando los factores que afectan principalmente a quienes habitan en condiciones de vulnerabilidad y que forman parte de su día a día.
Mujer originaria de la montaña de Guerrero
Fotografía: Mike MacDonald
Este texto se presenta como una oportunidad para destacar, que las labores del hogar, incluida la alimentación y nutrición, no son roles exclusivos de la mujer o labores que se hacen por “amor” o por “instinto”.
Como dice Elisabeth Dowler: “no comemos ingredientes: comemos comida. Y la comida implica trabajo”.
Tengamos siempre presente que la alimentación y los cuidados son tareas en las que debemos participar todas y todos como parte de la sociedad.
Referencias:
- FAO (2020). La mujer y la seguridad alimentaria.
- Instituto Nacional de las Mujeres | 15 de octubre de 2020. Disponible en: https://www.gob.mx/inmujeres/articulos/dia-internacional-de-las-mujeres-254795?idiom=es
- Villagómez P. Alimentación, pobreza y desigualdad de género: procesos en busca de interconexión. Nexos Economía y Sociedad [Internet]. 2018 [cited 2020 Nov 15]; Disponible en: https://economia.nexos.com.mx/?p=1393
- Pérez Gil-Romo SE, Díez-Urdanivia Coria S. Estudios sobre alimentación y nutrición en México: una mirada a través del género. Salud Publica Mex. 2007;49:445–56.
- Lugones M. Peregrinajes: Teorizar una coalición contra múltiples opresiones. Buenos Aires: Ediciones del signo; 2003.